domingo, 29 de abril de 2012

Tarancón, el cardenal reconciliación




Vicente Enrique Tarancón (Burriana, Castellón, 14 de mayo de 1907- Valencia 28 de noviembre de 1994), caradenal español.
Hijo de una familia de labradadores de Burriana, estudió en el seminario de Tortosa, fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1929, se docoró en Teología por la Universidad Pontificia de Valencia.
A principios de la Segunda República, lo destinaron a Madrid para participar en Acción Católica y fue cuando estalló la Guerra Civil.
Obispo a los 38 años -el más joven de España- de la minúscula diócesis de Solsona por decisión de Pío XII y con la venia de Franco, Tarancón despuntó pronto por sus escritos, que le elevaron en 1969 a la Real Academia. "Ese obispo de España que escribe tanto", decía de él Juan XXIII. Pero ni el atrevido Papa del Concilio Vaticano II, ni su sucesor Pablo VI, también antifranquista, lograron sacar de Solsona a tan brillante prelado, para encargarle más altas funciones. Franco tenía derecho de veto por el concordato, y lo ejerció con furia hasta 1964.
En 1975, con ocasión del caso Añoveros, el obispo de Bilbao al que el régimen detuvo para mandarlo al exilio a causa de una pastoral, Tarancón hizo llorar al decrépito dictador -murió meses más tarde- cuando le comunicó que se le excomulgaría si ejecutaba semejante orden de expulsión.
1950 era todavía un año de hambre y racionamiento, y sobre todo de prisión y represión, incluso de continuos fusilamientos de opositores al régimen. Contra todo eso alza la voz el futuro cardenal, también contra los que se  enriquecieron con el estraperlo en medio de tanto sufrimiento. Lamentaba, además, que "después de la guerra, la guerra sigue".
Era la primera vez que un obispo se atrevía a tanto en aquella España nacionalcatólica. La pastoral de Tarancón rompía, además, con los prelados de la época, que tenían glorificado el golpe de Estado militar y la posterior guerra incivil como "Cruzada cristiana". Escribió en sus recuerdos Tarancón: "No me lo perdonaron. Alguien le preguntó al nuncio Cicognani cómo yo seguía en Solsona después de 18 años, y el nuncio respondió: 'Mira, hijo, hasta que los del Gobierno no digieran el pan...".
En la curia romana, muerto Pablo VI, gran amigo de Tarancón, también se la juraron de verdad. Nada más cumplir 75 años le jubilaron con una celeridad que a él mismo le sorprendió. De su gran obra -por ejemplo, la sincera aceptación de la democracia por la Iglesia católica y la decisión de no apoyar a partido alguno- apenas queda nada.
Falleció en noviembre de 19914 a causa de una bronquitis crónica que habia comenzado a empeorar en febrero de ese año.
He creido interesante hacer una entrada en mi blog a un ilustre Cardenal de nuestro tiempo, pues al igual que el soy de Burriana, y me he visto en la necesidad de que todo aquel que lee mi blog también lo conociese, pues tuvo una vida muy interesante, espero os guste.
Todo aquel que despúes de haber leído puede ver la serie que interpreto Jose Sancho en Tarancón el quinto mandamiento, en la que incluye un documental en su memoria.

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